jueves, 17 de mayo de 2012

Insertar la Educación Emocional en el currículum escolar



Las competencias emocionales que deberían trabajarse en todos los centros educativos son:


AUTOCONCEPTO: El conocimiento de sí mismo hace referencia a los conocimientos, ideas, creencias y actitudes que tenemos acerca de nosotros mismos. Las características o atributos con que nos describimos serían nuestro autoconcepto. La conciencia de nosotros mismos nos ayuda a armonizar nuestras decisiones con nuestros valores y sentimientos, siendo capaces de comprender mejor lo que sucede a nuestro alrededor, de empatizar con los demás y de gestionar las propias emociones.
CONCIENCIA EMOCIONAL: Se refiere a la capacidad para percibir, identificar y poner nombre a las emociones propias y de los demás. Esto supone conocer el vocabulario de las emociones y también comprender las emociones de los demás a través de las claves situacionales y expresivas (comunicación verbal y no verbal), de acuerdo con el significado que la cultura popular atribuye a ciertas situaciones.
Para desarrollar la competencia emocional se pueden realizar una serie de actividades a través de las cuales se piensa y reflexiona sobre cómo nos sentimos y también a practicar la empatía poniéndonos en la situación de los demás, intentando comprender cómo se sienten ellos o cómo nos sentiríamos si estuviésemos en su lugar.
REGULACIÓN EMOCIONAL: Capacidad para manejar y gestionar las emociones propias y de los demás de forma apropiada. Es la mejor estrategia para hacer frente a las situaciones críticas y de conflicto, en aquellas situaciones donde nos sentimos atacados.
Es importante saber regular las emociones y esperar el momento oportuno para hablar. La regulación emocional también es la capacidad de autogenerar emociones positivas en dichas situaciones en las que predominan sentimientos de ira. Cualquiera de las formas en que se puede experimentar la ira predispone a la violencia, y a veces, la ira es la manifestación de la ira mal regulada. Pero para controlar esa emoción tan fuerte y tan negativa se requiere mucho esfuerzo, dedicación e interés.
También la frustración es una de las emociones que puede angustiarnos y ocasionarnos muchos problemas si no somos capaces de regularla correctamente mediante la perseverancia en el logro de los objetivos a pesar de las dificultades.
En definitiva, la regulación emocional es esencial cuando se interactúa con otras personas y es muy importante que los alumnos aprendan las estrategias oportunas para trabajar esta competencia.
AUTONOMÍA EMOCIONAL: Es la capacidad para autogenerarse las emociones apropiadas en un momento determinado. Esto incluye una buena autoestima, autoconfianza, automotivación, autosuficiencia emocional, una actitud positiva ante la vida, responsabilidad, capacidad para analizar críticamente las normas sociales, la capacidad para buscar ayuda y recursos, la capacidad para afrontar situaciones adversas…
Es una competencia muy importante de cara a que los alumnos tengan una imagen positiva de sí misma, valoren sus propias capacidades y limitaciones, se quieran tal y como son, descubran su propia identidad y personal y social, adopten valores y sean capaces de defenderlos y difundirlos, afrontar situaciones adversas y confíen en sus propias posibilidades.
La autonomía personal abre el camino a la empatía y el desarrollo de las competencias sociales, ya que ser autónomo emocionalmente implica tener la responsabilidad de respetar a los demás y desarrollar habilidades sociales positivas.
HABILIDADES SOCIO-EMOCIONALES: Es la capacidad para mantener buenas relaciones con los demás. Las siguientes habilidades pueden aprenderse y facilitarán a los alumnos un mejor dominio de sus relaciones con los demás. Las habilidades más destacadas son:
·         ASERTIVIDAD: Es la manera de comportarse de una forma adecuada con los demás, sin ser pasivo ni agresivo, expresando sus derechos, pensamientos y sentimientos respetando los de los demás.
·         EMPATÍA: Es la habilidad que nos permite comprender el punto de vista de los demás, demostrándoles que les estamos entendiendo.
·         SABER ESCUCHAR: Y hacerlo con atención para saber lo que la otra persona trata de comunicarnos.
·         DEFINIR UN PROBLEMA: Es la habilidad que nos permite ser capaces de analizar una situación teniendo en cuenta todos los factores que intervienen.
·         EVALUAR SOLUCIONES: Analizando las consecuencias que tendrán las soluciones que propongamos.
·         NEGOCIACIÓN: Es la habilidad que tiene por objetivo encontrar una solución que sea aceptada, resulte justa y sea adecuada a los intereses de las personas implicadas.
HABILIDADES PARA LA VIDA Y EL BIENESTAR EMOCIONAL: Comportamientos apropiados y responsables para afrontar los retos que se nos plantean, lo que permite organizar nuestra vida de forma sana y equilibrada, facilitando experiencias de satisfacción o bienestar. El bienestar personal aparece cuando experimentamos emociones positivas. La persona con inteligencia emocional es capaz de generarse emociones positivas y relacionarse satisfactoriamente con los demás.
Hablar de bienestar es hablar de sentirse bien con uno mismo y con los demás y tiene diferentes enfoques en función de las prioridades de cada persona.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario