Las competencias emocionales que deberían trabajarse en todos los centros educativos son:
AUTOCONCEPTO: El conocimiento de sí
mismo hace referencia a los conocimientos, ideas, creencias y actitudes que
tenemos acerca de nosotros mismos. Las características o atributos con que nos
describimos serían nuestro autoconcepto. La conciencia de nosotros mismos nos ayuda
a armonizar nuestras decisiones con nuestros valores y sentimientos, siendo
capaces de comprender mejor lo que sucede a nuestro alrededor, de empatizar con
los demás y de gestionar las propias emociones.
CONCIENCIA
EMOCIONAL: Se refiere a la capacidad para percibir, identificar y poner nombre a
las emociones propias y de los demás. Esto supone conocer el vocabulario de las
emociones y también comprender las emociones de los demás a través de las
claves situacionales y expresivas (comunicación verbal y no verbal), de acuerdo
con el significado que la cultura popular atribuye a ciertas situaciones.
Para desarrollar la
competencia emocional se pueden realizar una serie de actividades a través de
las cuales se piensa y reflexiona sobre cómo nos sentimos y también a practicar
la empatía poniéndonos en la situación de los demás, intentando comprender cómo
se sienten ellos o cómo nos sentiríamos si estuviésemos en su lugar.
REGULACIÓN EMOCIONAL: Capacidad para manejar y
gestionar las emociones propias y de los demás de forma apropiada. Es la mejor
estrategia para hacer frente a las situaciones críticas y de conflicto, en
aquellas situaciones donde nos sentimos atacados.
Es importante saber
regular las emociones y esperar el momento oportuno para hablar. La regulación
emocional también es la capacidad de autogenerar emociones positivas en dichas
situaciones en las que predominan sentimientos de ira. Cualquiera de las formas
en que se puede experimentar la ira predispone a la violencia, y a veces, la
ira es la manifestación de la ira mal regulada. Pero para controlar esa emoción
tan fuerte y tan negativa se requiere mucho esfuerzo, dedicación e interés.
También la frustración es
una de las emociones que puede angustiarnos y ocasionarnos muchos problemas si
no somos capaces de regularla correctamente mediante la perseverancia en el
logro de los objetivos a pesar de las dificultades.
En definitiva, la
regulación emocional es esencial cuando se interactúa con otras personas y es
muy importante que los alumnos aprendan las estrategias oportunas para trabajar
esta competencia.
AUTONOMÍA EMOCIONAL: Es la capacidad para
autogenerarse las emociones apropiadas en un momento determinado. Esto incluye
una buena autoestima, autoconfianza, automotivación, autosuficiencia emocional,
una actitud positiva ante la vida, responsabilidad, capacidad para analizar
críticamente las normas sociales, la capacidad para buscar ayuda y recursos, la
capacidad para afrontar situaciones adversas…
Es una competencia muy
importante de cara a que los alumnos tengan una imagen positiva de sí misma,
valoren sus propias capacidades y limitaciones, se quieran tal y como son,
descubran su propia identidad y personal y social, adopten valores y sean
capaces de defenderlos y difundirlos, afrontar situaciones adversas y confíen
en sus propias posibilidades.
La autonomía personal
abre el camino a la empatía y el desarrollo de las competencias sociales, ya
que ser autónomo emocionalmente implica tener la responsabilidad de respetar a
los demás y desarrollar habilidades sociales positivas.
HABILIDADES SOCIO-EMOCIONALES: Es la capacidad para
mantener buenas relaciones con los demás. Las siguientes habilidades pueden
aprenderse y facilitarán a los alumnos un mejor dominio de sus relaciones con
los demás. Las habilidades más destacadas son:
·
ASERTIVIDAD: Es la manera de comportarse de una forma adecuada con los
demás, sin ser pasivo ni agresivo, expresando sus derechos, pensamientos y
sentimientos respetando los de los demás.
·
EMPATÍA: Es la habilidad que nos permite comprender el punto de vista de
los demás, demostrándoles que les estamos entendiendo.
·
SABER ESCUCHAR: Y hacerlo con atención para saber lo que la otra persona
trata de comunicarnos.
·
DEFINIR UN PROBLEMA: Es la habilidad que nos permite ser capaces de
analizar una situación teniendo en cuenta todos los factores que intervienen.
·
EVALUAR SOLUCIONES: Analizando las consecuencias que tendrán las
soluciones que propongamos.
·
NEGOCIACIÓN: Es la habilidad que tiene por objetivo encontrar una
solución que sea aceptada, resulte justa y sea adecuada a los intereses de las
personas implicadas.
HABILIDADES PARA LA VIDA Y EL BIENESTAR
EMOCIONAL: Comportamientos apropiados y responsables para afrontar los retos que
se nos plantean, lo que permite organizar nuestra vida de forma sana y
equilibrada, facilitando experiencias de satisfacción o bienestar. El bienestar
personal aparece cuando experimentamos emociones positivas. La persona con
inteligencia emocional es capaz de generarse emociones positivas y relacionarse
satisfactoriamente con los demás.
Hablar de bienestar es
hablar de sentirse bien con uno mismo y con los demás y tiene diferentes
enfoques en función de las prioridades de cada persona.
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